Andadores

Comprar un andador infantil para nuestro bebé se puede convertir en un plus de estimulación para su desarrollo psicomotriz. Comenzar a andar con los pies es todo un reto para ellos ya que no es fácil caminar erguido.

Es por ello que un andador para bebes les aporta esa libertad de movimiento y comenzarán a aprender a conocer su entorno. Además, un andador o correpasillo le va a permitir desplazarse sin miedo a que se caiga o resbale evitando posibles golpes o accidente. Un andador deberemos utilizarlo durante determinados momentos del día, hacerle ver que es un juguete más y siempre bajo la supervisión de un adulto buscando el equilibrio en todo momento. Los papas y mamas podrán tener un margen de acción mientras los bebes están entretenidos aprendiendo a caminar por si solos.

El diseño de un andador consta de un asiento apoyado en patas con ruedas y protegido por acolchado, correas de sujeción y una barandilla y generalmente se fabrican en plástico. Con el andador, el bebé puede sentarse cómodamente al mismo tiempo que le permite dar sus primeros pasos impulsándose con la punta de los pies sin riesgo a sufrir caídas ni golpes. Se recomienda su uso entre los seis y los quince meses, pero no debe usarse más allá ni en sesiones largas para no interferir en el normal desarrollo de aprender a caminar sin ayuda asistida.

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